A continuación mencionaré algunas de las señales que popularmente indican la presencia del pueblo feérico en nuestras vidas. Los primeros contactos son sutiles y se acontecen en el plano intuitivo en vez del propiamente físico. Si te encuentras con un exceso de estas señales en tu vida quizás también tengas cierta esencia feérica en ti mismo/a.
- Cosquilleo en los brazos y espalda. Un pequeño soplido de aire en un lugar concreto de tu piel. O en el lado oscuro de los casos, pequeños morados como si de unas pequeñas manos propinando pellizcos se tratara.
- Se te apoderan unas tremendas ganas de disfrutar o sentir el mundo como lo hacías en tu infancia
- Percibes un aroma a flores o naturaleza en un lugar donde no hay la presencia de esta
- Encuentras el humor en una situación que parecía totalmente complicada y catastrófica
- Dotas de entidad y personalidad los objetos cotidianos y naturales a tu alrededor
- Te encuentras siendo compasivo, levantando o haciendo feliz a alguien sin un motivo aparente
- Un gusto por todo lo natural, inclusive en lo que a la decoración de interiores se refiere
- No puedes matar ni a un escarabajo. Tu consciencia no te permite erradicar a un ser vivo que tiene el mismo derecho como tú a vivir sin un buen motivo. Y si aún así lo haces, te duele en el corazón.
- Como si de alguien girando tu cabeza en esa dirección se tratase, justo en ese instante te encuentras observando pequeños detalles de la belleza de la naturaleza cuando un momento antes tu mente estaba submergida en los quehaceres de este mundo material. Sí, fueron ellas las que te alertaron para que pudieras apreciar la belleza de este universo. Pues así, como encargadas de la naturaleza por Dios, tienen por misión velar por esta y sensibilizar de ella a los seres humanos.
- Sientes una energía positiva, como si estuvieras flotando en el aire y toda la belleza te inundase
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| Arthur Rackham Fairy Art |
