Son representados como duendes de unas siete pulgadas, sociables, amantes del orden, traviesos como todos ellos, de rostro arrugado y morenos de cabello o piel o ropaje.
que tienen por hábitat común el interior de los hogares de los lugareños, conocido así como un "espíritu doméstico". Su papel en la casa puede pasar inadvertido por su personalidad afable y el no gustar de ser visto hasta notable con pequeñas huellas de su actividad de ayuda en las tareas domésticas de los miembros del hogar. Son relatados casos en los que a la noche el dueño de la casa dejaba tareas inacabadas y a la mañana siguiente éstas eran misteriosamente terminadas por el goblin. El brownie es honrado habitualmente por dichos actos con manjares como miel, pan o avenas, estas ofrendas tenían que darse como por "descuido"; si el ente se ve menospreciado, utilizado o los regalos que le ofrecían como ofrenda natural en el sitio de siempre pasan a ser "pagos" y "halagos", (especialmente ropa), se siente ofendido y abandona el hogar ocasionando estragos. En muchos hogares antiguos había lo que se conocía como "la piedra del brownie", lugar en el cual se dejaban las ofrendas que eran bien recibidas por el brownie.
Como ejemplo de esto, un suceso en Leithin-hall, en Dumfrieshire, narra de un brownie que habitaba durante cientos de años en una casa, haciéndose visible tan solo una vez por cada dueño nuevo que tenía. A la muerte del dueño que más quería llegó un heredero que cuando vio el feo aspecto del brownie ordenó darle nuevas ropas, carne y leche; el ente salió despavorido en llantos de la casa.
De contraejemplo, el brownie que habitaba en la casa del terrateniente de Dalswinton tenía gran estima por la hija, la cual siempre le contaba todos los secretos. Fue el mismo brownie el que la ayudó en los preparativos de la boda y en el parto, el cual en la noche más tempestuosa cruzó el río a nado y llevó a la partera consigo a salvo para asistir a su señora.
Estos dos relatos acontecidos en la Gran Bretaña son narrados por Wirt Sikes, el cual investigó el folklore peninsular y publicados en 1880.
En Escocia se conoce otra vertiente del brownie llamada Urisk, que vive en la naturaleza y se torna sociable hacia el final de la cosecha, temporada en la cual se le puede ver deambulando por granjas o establos intentando por ejemplo conseguir algo de leche fresca.
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