Report 7: El reino de las hadas

Éste ha ido mudando de posición geográfica  a través del folklore. Entre los lugares predilectos de las leyendas se encuentra el norte y el oeste de Gales, una isla que desaparece en el canal Irlandés frente a Pembrokeshire, en los mercados de Laugharne y Milkford Haven; los británicos en cambio decían que la isla de Man era la tierra de las hadas. La isla de Avalón es creída también ser el reino de las hadas dado a que el rey Arturo fue trasladado allí al ser herido para que lo asistieran cuatro hadas reinas.

¿A parte de un lugar geográfico específico dónde podemos hallar a las hadas? El hogar de las hadas es la naturaleza, así que viven en todos aquellos sitios verdes, arbolados, rocosos, con agua, etc...

El origen de la palabra hada en gaélico es SIDHE que quiere decir gente de las colinas, por lo tanto éstas se dicen que habitan en las colinas huecas. Si éstas brillaban en cientos de lucecitas era señal de que era habitada por hadas; éste fenómeno se daba sobretodo en la fiesta de la cosecha el 7 de agosto. El 1 de Noviembre, el día de todos los santos éstas cambian de morada, si un espectador curioso quisiera saber la entrada a su mundo puede descubrirla dando nueve vueltas en torno al cerro en luna llena. Otra leyenda se narra alrededor de las colinas huecas, y es que estas sirven también para el almacenamiento de oro; en 1833 unas excavaciones revelaron un esqueleto con un corselete de oro. Si un buscador intenta cercar el oro las hadas pueden  advertirle con raras voces y ruidos maléficos y tempestuosas tormentas. Un hecho real cuenta que  en la colina de Neroche en Somerset unos buscadores renunciaron a la empresa tras ser presas del pánico y al tiempo cayeron muertos.

Es claro que no se pueden invadir o profanar los lugares elegidos por las hadas. Este problema ha afectado a muchas casas que han sido construidas en senderos de hadas, produciéndose en ellas ruidos raros y temblores. Como precaución en muchas casas de campo de Irlanda se dejan las puertas delanteera y trasera abiertas o una en frente de otras para no impedir el paso de las hadas si la casa se hubiera hubicado en un sendero de ellas.